El e-MCM realiza constantemente mediciones y las compara con su estado de referencia, con el fin de evaluar la gravedad y el tipo de cualquier falla en desarrollo. Es capaz de reconocer anomalías en una amplia gama de estados de funcionamiento e incluso es capaz de ampliar su proceso de autoaprendizaje cuando reconoce que ha superado sus límites de aprendizaje originales. Esto permite a e-MCM lograr una detección de fallas muy sensible y sin falsas alarmas.

Los servicios de monitoreo e informes remotos contribuyen al desarrollo de un sistema sostenible de mantenimiento predictivo (PdM) en la planta, sin que el personal deba asumir una carga de trabajo adicional.

La instalación del e-MCM sólo requiere la conexión trifásica de la tensión y la corriente a través de transformadores de corriente (TC) y transformadores de tensión (VT) de bajo coste (si son necesarios). Suele ubicarse en el gabinete de control del motor, lo que requiere recorridos de cable muy cortos y evita la necesidad de instalar equipos en zonas remotas o peligrosas. Cuando se enciende por primera vez, el e-MCM lleva a cabo un proceso de autoaprendizaje automático durante el cual se establece el estado de funcionamiento normal del equipo. Las técnicas avanzadas de análisis garantizan que este aprendizaje tenga en cuenta variables como la velocidad y la carga, y que las fallas existentes no den lugar a errores de aprendizaje.